Con el cierre de los puntos de venta y la paralización de la mayoría de los sectores, estoy recibiendo llamadas de franquiciados que me piden consejo sobre las medidas que deben adoptar en sus negocios franquiciados.

Entre las situaciones que me plantean, debo hacer al menos dos grupos;

  • El primero sería el de los franquiciados que ya se encontraban en una situación delicada antes de producirse esta crisis.
  • El segundo grupo lo integrarían los franquiciados que mantienen negocios rentanbles y con expectativas de futuro.

Para el primer grupo tal y como me decía una cliente, esta situación no ha hecho mas que “ apuntillarlos “. El obligado cierre con la perdida inmediata de la totalidad de los ingresos les ha posicionado en una situación en la mayor parte de los casos insuperable. En esta coyuntura el Franquiciado tendrá que plantearse si le interesa seguir con el negocio y lo que es más importante si existe viabilidad. En caso de que la respuesta sea negativa, no le quedara mas alternativa que instar la resolución del contrato e intentar llegar a un acuerdo con el Franquiciador. El acuerdo podrá pasar por la compra de los materiales de la franquicia, o incluso el traspaso del local. Sé que no es tan fácil y que los prestamos, renting …etc atenazan al Franquiciado y le impiden tomar las decisiones más adecuadas, pero sé por experiencia que demorar la toma de decisiones, solo acarrea mayores problemas y más deuda.

Para el segundo grupo de afectados, a los que sus negocios no les marchaban mal, deben protegerlos adoptando medidas drásticas que mitiguen los posibles daños que produzcan el cierre de los establecimientos. Digo drásticas porque para que hagan efecto deben ser inmediatas y contundentes.

Podrían ser las siguientes:

– Solicitar la condonación de los royalties mientras dure la actual situación; me consta que la mayoría de las Centrales franquiciadoras están adoptando medidas en este sentido.

– Solicitar moratorias en los pagos de los créditos, renting …etc. Ojo con esto, porque sino se provisiona dotando de liquidez extra al negocio, podremos encontrarnos con un problema de tesorería a medio plazo. Y es que la moratoria de los prestamos no implica condonación.

– Solicitar de los arrendadores ayudas en forma de rebajas de las rentas.

No soy partidario de dejar de pagar tal y como han propuesto cadenas como Burguer King, Vips, Foster Hollywood…etc, quienes han intentado hacer valer su posición dominante en el mercado. Al fin y al cabo el arrendador es también un perjudicado más con el que será mejor pactar un acuerdo que nos ayude a superar la situación. Además en unos meses nos podríamos encontrar con un desahucio o con la no renovación del contrato.

– Realizar ERTEs o lo que en mi opinión es mejor, llegar a acuerdos razonables con los empleados que impliquen un alivio en los costes sociales para el negocio franquiciado.

– Solicitar líneas extraordinarias de financiación para poder afrontar «el día después» de la crisis.